La frutilla posee grandes propiedades energizante y antioxidante. Posee una alta dosis de vitamina C, además de ser rica en fitonutrientes que permite contrarrestar los efectos de los radicales libres, que son el origen en muchas ocasiones los causantes de ciertos tipos de cáncer.

 

Por si fuera poco, la frutilla ayuda a prevenir el envejecimiento cutáneo, aumentando la producción de colágeno. Además su alto contenido en ácido cítricofacilita la acción desinfectante así como alcalinizadora de la orina.

 

El consumo de frutilla ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, ya que salvaguarda particularmente al corazón de posibles riesgos por su contenido en minerales y por su efecto antiinflamatorio. Es de mencionar que se recomienda la ingesta de frutilla en personas que padecen  de problemas musculares o dolores óseos.

 

La frutilla es ideal para evitar el dolor menstrual y paliar algunos efectos de la menopausia, y al ser una fruta diurética, ayuda a evitar la retención de líquidos, algo muy común en el embarazo y en el síndrome pre-menstrual.

 

Por si fuera poco, las frutillas ofrecen más beneficios para la salud. Al poseer fibra soluble, facilita la menor absorción de carbohidratos, así como mejora el tránsito intestinal, contribuyendo de este modo al mantenimiento de los niveles de azúcar en sangre por lo que con su consumo podrás evitar igualmente las bajadas de azúcar que suelen originar que comas de más o que te apetezcan determinados alimentos.

 

Por eso, la frutilla es una excelente alternativa para bajar de peso y mantenerte luego en ese peso deseado, porque su consumo no produce grandes calorías.

 

Otros beneficios del consumo de frutilla es que facilita la absorción del hierro de los alimentos por parte del organismo. Además, favorece la resistencia del organismo a infecciones porque por sus propiedades alimentarias se aumenta la producción de anticuerpos, mejorando de este modo las funciones del sistema inmune.

 

Los beneficios de consumir frutilla trascienden lo meramente físico: mejora el estado anímico. Diversos estudios han demostrado que con el consumo de frutilla las personas suelen sentirse más tranquilas y reducen los niveles de ansiedad.

 

Para sentir los efectos beneficiosos de las frutillas hay que consumir aproximadamente unos 100 gramos diarios. Tomando 500 gramos de frutillas/día durante 2 semanas se que mejora la capacidad antioxidante de la sangre.

 

Y los estudios sobre los beneficios para la salud del consumo de frutilla continúan: una investigación reciente  en la Universidad Estatal de Ohio reveló que comer fresas previene el cáncer de esófago. Además, otros estudios han demostrado que la fisentina, un flavonoide natural presente en la frutilla, estimula la memoria a largo plazo.

 

Se la emplea también como planta medicinal con las siguientes propiedades:

Dieuréticas y antirreumáticas: tres a cuatro tazas diarias de la infusión de las hojas y las raíces nos ayudan contra el ácido úrico, gota y artritis, ya que ayuda a eliminar líquidos retenidos en las articulaciones y favorece que estas se deshinchen. Se encuentran recomendadas para tratar casos de nefritis e infecciones urinarias, así como también para prevenir los cálculos renales.

 

Estreñimiento: pues su alto contenido en fibra y agua ayuda al tránsito intestinal.

 

Anemia: al poseer vitamina C aumenta la absorción de hierro no hemínico (proveniente de carnes y plantas) en el intestino.

 

Anticolesterol: la gran cantidad de ácido ascórbico, así como de lecitina y pectina contenida en sus frutos, la hacen ideal para disminuir el nivel de colesterol de la sangre y eliminar las toxinas. Como desintoxicante del organismo se pueden comer enteras durante varios días mientras se evitan los alimentos grasos, las comidas muy condimentadas y el alcohol.  Como sedante se utilizan las hojas de frutilla haciendo un té mezclando las hojas con la fruta y se agrega un poco de azúcar.

 

Antiinflamatorias: una infusión de las hojas es beneficiosa para las inflamaciones del intestino. La cocción de las raíces ayuda a disminuir las inflamaciones artríticas. También son muy útiles para disminuir la hinchazón en alguna zona del cuerpo producto de golpes o torceduras.

 

Astringentes: beber tres a cuatro tazas diarias de la cocción de sus hojas es útil contra la diarrea. Las infusiones de hojas secas son muy astringentes y pueden utilizarse para curar las llagas de la boca. Además podría ayudar en el tratamiento de heridas superficiales, ya que favorecería su cicatrización.
Estos frutos tienen propiedades que ayudarían a tratar el acné y las manchas en la piel. Además, son un muy buen tonificante del cutis.
Las hojas machacadas y aplicadas sobre la piel constituyen un buen remedio para evitar las arrugas.

 

Mineralizantes: sus frutos, muy ricos en vitamina C, tienen virtudes antianémicas y reconstituyentes. Resultan muy adecuados en la época de crecimiento.