A la hora de seleccionar entre qué frutas y verduras incluir en nuestra dieta, una de las que debe predominar en la alimentación sobre otras, es la zanahoria. La razón, sus múltiples y poderosas propiedades.

 

Es bastante conocido que son buenas para la vista, especialmente recomendables para aquellos con deficiencia de vitamina A, y se recomiendan para los que quieran tener un bonito bronceado, pero sus beneficios van más allá.

 

Contienen fibra, vitamina K, potasio, ácido fólico, manganeso, fósforo, magnesio, vitamina E y zinc. Y sus antioxidantes y fitoquímicos las hacen perfectas para la regulación del azúcar en la sangre, retrasar los efectos del envejecimiento y a mejorar la función del sistema inmune.

 

Nadie imaginaba hace miles de años que aquella raíz púrpura que comenzó a cultivarse en Afganistán daría lugar a este alimento del cual muchos estudios han destacado sus cualidades anticancerígenas, al reducir los radicales libres del organismo.

 

Las zanahorias protegen contra el cáncer de próstata al disminuir la capacidad del cáncer para invadir los tejidos circundantes. El consumo de Beta-caroteno también es beneficioso contra el cáncer de colon, y se ha demostrado que ayuda a matar las células de la leucemia y a inhibir su progresión. A su vez protegen contra el cáncer de pulmón, por lo que los fumadores deberían consumirlas más de una vez a la semana.