Las ensaladas verdes son ricas en vitaminas A, C y E, fundamentales para prevenir el envejecimiento de las células.

 

David Gasol, nutricionista especializado en veganismo y consultor macrobiótico explicó que también aportan vitaminas del grupo B, como el ácido fólico, necesario para varios procesos vitales, como la gestación.

 

Recomendó consumir alimentos verdes a diarios, incluso en invierno, cuando se pueden cocer ligeramente las verduras, como el apio, brócoli y judía verde hervidos por pocos minutos.

 

Repollo contra el cansancio: la col cruda sazonada es rica en vitamina C, protege a las células de la oxidación y contribuye al buen funcionamiento de los sistemas nervioso e inmunitario. Es fuente de ácido fólico (que disminuye el cansancio y la fatiga), contribuye a la absorción del hierro y es rica en fibra; reduce los niveles sanguíneos de colesterol total y colesterol malo (LDL).

 

Escarola, perfecta para embarazadas: Una ración de escarola aporta 30 por ciento de vitamina A y 25 por ciento de ácido fólico que necesitamos diariamente. La ingesta insuficiente de ácido fólico puede producir anemia megaloblástica, y su falta durante el embarazo se asocia con un alto riesgo de malformaciones congénitas fetales. También contiene principios activos de carácter antioxidante: flavonoides y compuestos fenólicos. Consumirla se relaciona a un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

 

Espinacas: Las espinacas son una fuente inagotable de vitaminas, pues un plato aporta 150 por ciento de la vitamina A necesaria al día, 100 por ciento del ácido fólico, más de 50 por ciento de la vitamina C y 30 por ciento de la vitamina E; contienen gran cantidad de luteína y zeaxantina, cuya presencia en la sangre disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

 

Berros: Es rico en vitamina A; sus hojas contienen más flavonoides y vitamina C que el resto de las especies de crucíferas.

 

Lechuga: Es fuente de vitamina A y ácido fólico. Una ración de lechuga aporta 45% de la vitamina A que necesita el organismo diariamente para el mantenimiento de células, crecimiento óseo, regulación de piel y mucosas; también es rica en fibra, que ayuda a un correcto funcionamiento intestinal».

 

Endivias: Su sabor ligeramente amargo se debe a los compuestos químicos lactucina, lactucopricrina e intibina. Aporta pequeñas cantidades de minerales y vitaminas y se considera fuente de ácido fólico. Como se consume generalmente cruda no se pierden nutrientes durante su cocinado.