Es común que en la mayoría de los quioscos escolares haya harinas, dulces y gaseosas que llamen la atención de los más chicos, pero es mejor ayudarlos a comer bien. “Lo más importante es tratar de incorporar en los niños actitudes sanas hacia la comida, que pierdan su devoción hacia las frituras y las comidas compradas”, afirmó a la agencia AIM la licenciada en Nutrición Alejandra Knopp.

En diálogo con esta Agencia, la nutricionista indicó que “en general lo que nosotras recomendamos es el orden en la alimentación, lo que significa que los chicos tengan cuatro comidas durante el día: desayuno, almuerzo, merienda y cena”.

Según indicó Knopp “para comenzar el día, sugerimos que lo ideal es que, antes de ir a la escuela, desayunen té o café con leche, o leche con chocolate de buena calidad y a los que no les gusta la leche, que son mucho, que coman al menos una fruta”.

Además, la nutricionista comentó que “ya que en los kioscos suele haber sólo comida chatarra como papas fritas, facturas o sandwiches con fiambre y mayonesa, que no sólo no son alimentos para nada nutritivos sino que predisponen a la obesidad. Lo mejor es que para el recreo se lleven una colación como una fruta, almohaditas de avena, una barra de cereal o una bolsita con nueces o almendras. Pero, en el caso de los más chicos lo mejor es que lleven un paquete de galletitas de agua dulces con semillas o pasas de uva”.

Para el almuerzo, Knopp sugirió que lo mejor es hacerlo en familia y en función de carnes magras como pollo, vaca o pescado y con verduras, ya que los chicos tienen que aprender a comerlas, porque “vemos que es común la mayoría de los pequeños que sólo come papas y pastas, pero las madres deben ir introduciendo desde que son chicos las verduras y las frutas en la alimentación diaria”.

Durante la tarde pueden tomar un licuado, un jugo de naranjas o pomelo o nuevamente una leche. Al momento de la cena, “sugerimos una cena liviana en base a verduras, lo que puede ser una tarta de verduras o tortilla, pero al horno y no fritas. Lo mejor es eliminar la fritura de la alimentación”.

Por otro lado, la nutricionista consideró que ya que son chicos dejarles que una vez a la semana tengan un permitido como tomar un helado o comer milanesas con papas fritas, pero que esta no sea su alimentación de todos los días.

Lo que Knopp consideró como algo a tener en cuenta es el costo de la canasta familiar: “sabemos que hay familias que no pueden comer carne y verduras todos los días, y lo reemplazan por pastas y arroz. Eso es algo que tenemos en cuenta al momento de sugerir una dieta”.